Contratos inteligentes (Smart contracts)
Un smart contract es un tipo especial de instrucciones que es almacenada en la blockchain. Y que además tiene la capacidad de autoejecutar acciones de acuerdo a una serie de parámetros ya programados. Todo esto de forma inmutable, transparente y completamente segura.
En los últimos años, tras la creación de Bitcoin y el lanzamiento de su primera versión en 2009, han sido muchos los proyectos interesantes que han ido apareciendo aportando nuevas ideas y soluciones descentralizadas a muchos de los procesos o aplicaciones centralizadas que todos usamos en la actualidad. Los smart contracts tienen como objetivo eliminar intermediarios para simplificar procesos y, con ello, ahorrar costes al consumidor.
Para entender un smart contract, primero hemos de recordar qué significa un contrato. Un contrato no es más que un acuerdo entre dos o más partes, un entorno donde se define lo que se puede hacer, cómo se puede hacer, qué pasa si algo no se hace. Es decir, unas reglas de juego que permiten a todas las partes que lo aceptan entender en qué va a consistir la interacción que van a realizar. Hasta ahora los contratos han sido documentos verbales o caros documentos escritos. Estos documentos están sujetos a las leyes y jurisdicciones territoriales, y en ocasiones requieren de notarios. Es decir, más costes, tiempo y terceros que intervienen en el proceso. Debido a ello, no son accesibles para cualquier persona. Y esto no es lo peor: los contenidos de los contratos pueden estar sujetos a la interpretación.
En cambio un contrato inteligente es capaz de ejecutarse y hacerse cumplir por sí mismo, de manera autónoma y automática, sin intermediarios ni mediadores. Evitan el lastre de la interpretación al no ser verbal o escrito en los lenguajes que hablamos. Los smart contracts se tratan de “scripts” (códigos informáticos) escritos con lenguajes de programación. Esto quiere decir que los términos del contrato son puras sentencias y comandos en el código que lo forma. Un smart contract tiene validez sin depender de autoridades. Esto se debe a su naturaleza: es un código visible por todos y que no se puede cambiar al existir sobre la tecnología blockchain. Esto le confiere un carácter descentralizado, inmutable y transparente.
La primera vez que se tiene constancia de forma pública sobre los smart contracts es a través de Nick Szabo, jurista y criptógrafo Nick Szabo que mencionó públicamente el término en un documento en 1995. "La idea básica de los contratos inteligentes, es que muchos tipos de cláusulas contractuales (tales como gravámenes, fianzas, delimitación de derechos de propiedad, etc.) puedan ser incorporadas en el hardware y software con el que tratamos. De tal manera que el incumplimiento de contrato resulte costoso (si se desea, a veces prohibitivo) para el infractor" Nick Szabo. Precisamente, lo que Szabo definía como inexistente en 1995, en 2009 (casi 15 años después) se haría realidad con la aparición de Bitcoin y su tecnología, la cadena de bloques (blockchain).
Los smart contracts son pedazos de códigos similares, es decir tienen formas de llamarlos y obtener unas respuestas, tienen un contrato, pero además son inmutables pues están distribuidos en miles de nodos que no pueden alterar su contenido. De esa forma obtienes un programa que siempre va a actuar de la misma forma sin requerir de la buena voluntad de ese tercero.Son los programas más seguros jamás creados en la humanidad y solo fallan cuando están mal programados.
Los smart contracts son pedazos de códigos similares, es decir tienen formas de llamarlos y obtener unas respuestas, tienen un contrato, pero además son inmutables pues están distribuidos en miles de nodos que no pueden alterar su contenido. De esa forma obtienes un programa que siempre va a actuar de la misma forma sin requerir de la buena voluntad de ese tercero.Son los programas más seguros jamás creados en la humanidad y solo fallan cuando están mal programados.
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